Resumen: Al inyectarse, la toxina botulínica bloquea determinadas señales nerviosas que producen la contracción de los músculos. Los músculos se relajan, con lo cual se reducen las arrugas. Este efecto dura aproximadamente entre 3 y 9 meses. En Clínica Cabani trabajamos únicamente con proveedores de toxina butolínica europeos de las marcas más reconocidas, garantizando así los mejores resultados.